Hubo escaso fútbol, y repleto de actores secundarios. Hubo, eso sí, dos goles, un expulsado, un penalti fallado y discusiones en los banquillo. Borussia Dortmund y Bayern Múnich empataron (1-1) en el partido de la 32ª jornada de la Bundesliga, pretendido ensayo de la final de la Champions que los dos equipos alemanes disputarán el próximo 25 de mayo en Londres. Así, en la final postiza hubo dos noticias bien visibles: Pancartas en el Westfalenstadion contra el enemigo Bayern y el 'traidor' Götze, que no jugaba por lesión. Y en el minuto 11, aún una noticia más mala para Jurgen Klöpp: la lesión de Gündogan, que finalmente quedó en un susto.
El futbolista que maneja los toques y tempos amarillos en el mediocampo, abandonaba el campo por una lesión muscular dando un abrazo de resignación a su técnico. En el 'entrenamiento de la final', Heynckes reservó a todo el Bayern -su ventaja era de 20 puntos- una visita a un Dortmund en el que jugaba Lewandowski de inicio.
En el Dortmund hubo cuatro cambios con respecto a la alineación que empezó el partido del martes contra el Real Madrid. Faltaban el lateral Lukasz Piszcsek, el central Mats Hummels y los centrocampistas ofensivos Marco Reus y Mario Götze, éste último por lesión.
En el Bayern sólo quedaban de los que empezaron el partido contra el Barcelona el meta Manuel Neuer, los centrales Jerome Boateng y Daniel Van Buyten y David Alaba, que no estaba como lateral sino en el centro del campo.
'Vete a la mierda, Götze'
Y menos mal que el '10' del Borussia se evitó el trago puesto que parte de la afición Borussen exhibió pancartas durísimas contra su gran ídolo. "La búsqueda de dinero muestra el corazón que uno tiene realmente. Vete a la mierda, Götze" rezaba una de ellas después del fichaje pagando su cláusula de 37 millones por el gran enemigo bávaro, hecho oficial en la víspera de la vuelta del Bernabéu.
El finísimo mediocampista creció en las categorías inferiores del Borussia desde 2001 y es visto por la festiva Südtribne como un traidor a escasas tres semanas de la final de Wembley donde su equipo se juega la Copa de Europa. Su estado físico -se rompió muscularmente en el Bernabéu- será una incógnita en la final y, se supone, que no favorece en nada para estado anímico del jugador tanta hostilidad de una hinchada que hace un mes idolatraba al pequeño Mozart de Memmingen (Alemania). La presión con la que jugará en Wembley se la pueden imaginar. En fin, que el resultado y el juego de este entrenamiento de la final era lo de menos.
La primera ocasión la tuvo el Bayern en el minuto 9 en un contragolpe que el suizo Xerdhan Shaqiri no atinó a resolver bien. Dos minutos después, el Dortmund abrió el marcador con un gol de Kevin Grosskreutz. La jugada se originó en un gran pase de Nuri Sahin desde el centro del campo que recibió en la banda izquierda el polaco Blaszczykowski que lanzó un centro al segundo poste donde Grosskreutz marcó con un remate de primera.
Tras el gol de Grosskreutz vino una fase en la que Dortmund combinó con mucha peligrosidad, pero el Bayern, en su primer avance digno de mención, logró el empate en el 23 con un cabezazo de Mario Gómez a centro desde la derecha deo Rafinha, posteriormente expulsado.
Empate 1-1 y encima Lewandowski -que según decía Bild tenía firmado dos precontratos con el Bayern- falló un penalti con el que podría ser su próximo equipo. Menuda papeleta si esto se repite con él y con Götze en Wembley, por ejemplo.
Gundögan sí estará en Wembley
El Borussia Dortmund confirmó tras el partido que el centrocampista alemán sólo sufre una contractura muscular, por lo que sí estará en la final de la Champions League. Klöpp decidió sustituir a Gundögan por precaución, debido al inminente compromiso europeo.
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